viernes, 7 de abril de 2017

Nueve lugares para comer peruano en Lima

Si eres un viajero que se deja guiar por la comida cuando visita una ciudad, Lima te va a encantar. Aquí te traigo una lista de los nueve lugares donde comí con mi persona especial en la primera semana de enero (un poco tarde, lo sé), cuando volvimos de mi periodo sabático. Muchos de estos locales son bien conocidos. ¡Espero que te ayude! English here.


La lista es un poco ecléctica e incluye sabores marinos, criollos y orientales. Siempre hay cosas que quedan por conocer así que espero poder compartir nuevas experiencias... cuando las tenga. ¡Empecemos!


1. La Mar - Pescadito rico y bonito
Este restaurante del grupo de Gastón Acurio lidera la lista porque fue el favorito en nuestra visita, por votación unánime (o sea 2 de 2). Nuestra selección fue tradicional, elegimos ceviches, tiraditos y cervecita. El pescado estaba fresco y muy rico. Hay para todos los gustos. Echamos varios ojitos de lujuria a las mesas vecinas. También disfrutamos sus postres. Yo pedí picarones por el rico olor a miel que me buscó desde la cocina.


Recomiendo ir temprano o anticipando esperar ya que la atención es por llegada. No reciben reservas. El precio es moderado a alto según estándares peruanos.

2. Astrid & Gastón - Esa comida fina
Con toda la fama que emana este restaurante, la reserva anticipada que hice desde noviembre valió la espera hasta enero. Estaba tan emocionada que hasta llegue una hora antes. Nos encantó probar el menú de degustación tradicional que tenía sabores increíbles y nos llenó. No probamos el menú de degustación de vinos pero ahora que nos lo han recomendado, queda pendiente para la siguiente visita. La casa es preciosa y la atención es muy buena. Me gustó la presentación que nos hacían los servidores para cada plato. Soy una persona bastante sencilla así que fue una experiencia especial.




Recomiendo hacer una reserva con uno o dos meses de anticipación. El precio es alto según estándares peruanos.

3. Wa Lok - Dim sum y chifa
Como soy peruana, conozco muy bien la buena fama del chifa Wa Lok. Tengo buena experiencia con su local en la calle Paruro del centro de Lima. Fue mi primera vez conociendo su local principal de Miraflores. Es una buena opción para ir con un grupo ya que las porciones son generosas, y las mesas son grandes y giratorias. El ambiente se presta para compartir. Disfrutamos los dim sum surtidos, los hongos negros con verduras, el arroz chaufa y el pato asado. Obviamos la Inca Cola y lo acompañamos con té verde.



Hicimos reserva, también desde noviembre, mediante su página web, aunque no recibí una confirmación hasta que llamé. No sé si la reserva es indispensable pero sí recomiendo asegurarse de que haya disponibilidad. El precio es moderado según estándares peruanos.

4. La Lucha - Sandwiches criollos
Como una persona que cuida mucho su alimentación, siempre trato de convencerme de que no como pan. Pero es mentira. Me encantan los desayunos que incluyen sandwiches criollos (en especial con chicharrón) y La Lucha entrega lo que ofrece. Me gustó muchísimo desayunar en su local del Parque Kennedy en Miraflores.



La onda es casual y no reciben reservas. Encontramos mesa y la atención fue rápida. El precio es regular según estándares peruanos.

5. Pardos chicken - Pollito con papas
Comer pollo a la brasa casi ni bien bajas del avión es una clásico en Lima. No fuimos la excepción. La noche que llegué, mi familia pidió pollo a la brasa de Pardos. Quizá no debería incluirlos en la lista porque fue un delivery pero creo que sí vale porque también tienen restaurantes. Me gustó su pollito con papas y ajíes, no sabía cuánto lo había extrañado. Su ensalada con choclo y queso también es buenísima.


Hacen delivery y permiten hacer reservas en sus restaurantes, aunque también atienden a personas que no han reservado según orden de llegada. El precio es regular según estándares peruanos.

6. El Peruanito - Más sandwiches Sin página web. Av. Angamos Este 391 – Miraflores
La visita a El Peruanito no estaba planeada pero se sumó a la lista en el último momento y fue el último desayuno que compartí con mi persona especial que después regresó a su casa. Fue la primera vez que ambos fuimos y con mi sándwich y jugo de papaya quedé feliz. Eso sí, el local es tradicional - rústico.


No hay reservas. La atención es rápida como para que comas rápida y sigas tu camino. El precio es bajo a regular según estándares peruanos.

7. Paseo Colón - Hogar de mi postre favorito
Si bien Paseo Colón ofrece una carta llena de comida contundente, nosotros fuimos única y exclusivamente para comer mi postre favorito de Arequipa. Me encanta visitar su local de Pardo y Aliaga cuando están por cerrar para pedir queso helado. Para quienes no conocen este postre, no es queso. Es una especie de helado con toques de canela y coco. Si quieren probar este postre en otros lugares, también lo tienen en La Mar.


La onda es casual. Permiten hacer reservas aunque también atienden a personas que no han reservado. El precio es moderando a alto según estándares peruanos.

8. Anticuchos de la Tía Grimanesa - Anticuchos y no se diga más
Ubicado a una cuadra de La Mar está el bien conocido restaurante de la Tía Grimanesa. No estaba segura si haríamos esta parada pero llegamos. Fuimos los segundos en la cola ese día. Fue la primera vez que los probé. Estaban muy ricos y los recomiendo. Una porción trae tres palitos y puede compartirse entre dos, si no tienes mucha hambre. Si no van a compartir, sean generosos al pedir para no tener que hacer la cola.


El vibra del local es casual, y es un lugar para comer rápido y seguir tu camino. Recomiendo llegar temprano o anticipando esperar ya que no se aceptan reservas. La atención es por orden de llegada. El precio es moderando según estándares peruanos.

9. Chez Wong - Pescado de culto Sin página web
En Perú, los chefs son como los rock stars. Son importantes, queridos y tienen un poco de mística. Chez Wong es famoso por su rock star Marcelo Wong, al que puedes ver mientras cocina tu comida. Si esta es tu onda, te gustará esta experiencia. Pero volviendo a la comida, el restaurante no tiene una carta. Al llegar el servidor pregunta qué quieres tomar (agua, gaseosa o cerveza) y escoger entre un plato frío o caliente. Al terminar, retira tu plato y te vuelve a preguntar si deseas un plato frío o caliente. En nuestro caso el plato frío fue un ceviche y el plato caliente fue un saltado de pescado con verduras y algunas frutas. La comida estuvo bien y los pescados frescos. Como no manejan una carta, recién al final de la comida te enteras cuanto sale la cuenta.


La onda de este restaurante es casual y rústica. Este es el único local donde la reserva es absolutamente necesaria. Su horario de atención es solo entre la 1:00 p.m. y 3:00 p.m. Al igual que para Astrid & Gastón, nosotros reservamos desde noviembre para nuestra cita en enero. El precio es alto según estándares peruanos.

Le puse crédito a las fotos que no eran mías. Espero que les haya gustado!

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